la hermosa vibración de los animales, nos adelanta en el agradecimiento. Aunque me gustan poco estos días y me cuesta fingir felicidad entre tanto ruido, consumismo y atolondramiento. Aún a pesar de ello, casi siempre dejan huella; y en ella yo te deseo: Que recibas el abrazo de la paz que nace, cuando ofreces tu mano de amigo sincero. Que recibas la luz de cada nueva estrella, que brilla en los ojos, cuando miran tiernos. Que entre tanto ruido, halles el silencio, que crea canciones, cuando regalas tiempo. Que no te pesen nada, nada los recuerdos, que sean sonrisas cuando miras al cielo, que todo el amor que guardan por dentro, roce tu corazón, con un suave beso. iñaki.
Bellísimos versos, Iñaki. Estoy convencido de que todos nos tintamos del entorno.
ResponderEliminarUn abrazo.
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ResponderEliminarLo he quitado porque se me han juntado letras .
ResponderEliminarMe encanta el poema y pensar que, quizá, la vida nos va pintando por dentro.
Un saludo
Iñaki, qué hermosa es esa espera de la tierra por colores conocidos, pero la celebra dejando fluir todo cual si fuera una vivencia nueva, y en realidad lo es, nada es exactamente similar a nada, y cada nuevo resurgir es precisamente eso, "nuevo".
ResponderEliminarMe encantó el poema y su compás, y esa fotografía es hermosa.
Gracias Iñaki por el deleite de tus versos. Feliz otoño.
Precioso!
ResponderEliminarUn abrazo,
Fe r