La razonable verdad.
La razonable verdad, es una duda, una semilla intermitente y prematura, arrastrada por el viento de la vida, hacia el pozo donde anida la amargura. Frágil jinete cabalgando, sin la sill a, donde atamos el miedo, a la cordura, enterrando entre las prisas y la noche, el alba y la luz de la locura, eterno y fugaz destello, donde nacen ideales y las flores mudan, hacia el inmenso color donde se baña, la libertad, sumergida en la ternura. Izara.