al abrigo de las jaras

Otro año más, el infinito tiempo, surca la mar, mientras sigo remando en un barco, temeroso de volar, hacia esa estrella que dentro, intenta su luz fijar. La luz de un tiempo sin miedo, el alba de la verdad.                                                                                                             Izara.

Otro año más, el infinito tiempo, surca la mar, mientras sigo remando en un barco, temeroso de volar, hacia esa estrella que dentro, intenta su luz fijar. La luz de un tiempo sin miedo, el alba de la verdad.                                                                                                             Izara.

¿Cómo seguir un camino?, no empezado, dónde se mira, cuando no se quiere ver, cómo se cierra el oído, al grito justificado, al implorante susurro, o al silencio asustado. Puedo seguir sin andar, un día mas tropezando, o puedo dejar mis pies, que avancen junto a tus pasos, para ir haciendo camino, camino para las manos, que sostienen en sus dedos, la dignidad de lo humano.                                 Izara.

¿Cómo seguir un camino?, no empezado, dónde se mira, cuando no se quiere ver, cómo se cierra el oído, al grito justificado, al implorante susurro, o al silencio asustado. Puedo seguir sin andar, un día mas tropezando, o puedo dejar mis pies, que avancen junto a tus pasos, para ir haciendo camino, camino para las manos, que sostienen en sus dedos, la dignidad de lo humano.                                 Izara.

ayer;   ya es tarde, mañana; es pronto todavía, hoy; hoy es el día, donde confluyen todos los instantes, donde se juntan todas las orillas, para fundir el tiempo con tu piel y sentir la vida; en el momento de amarte.                                              artadi.

ayer;   ya es tarde, mañana; es pronto todavía, hoy; hoy es el día, donde confluyen todos los instantes, donde se juntan todas las orillas, para fundir el tiempo con tu piel y sentir la vida; en el momento de amarte.                                              artadi.

El adiós de la tarde, es el hola de mañana. En medio la noche...sí, la noche a las dos abraza. Nunca existió un después, sin un antes, ni un antes, que no tuviera después. En medio la duda...sí, la duda a los dos alcanza. Cuando la luz de la tarde, alumbra la débil fe, tan sólo queda el amor, para guardar la esperanza.

El adiós de la tarde, es el hola de mañana. En medio la noche...sí, la noche a las dos abraza. Nunca existió un después, sin un antes, ni un antes, que no tuviera después. En medio la duda...sí, la duda a los dos alcanza. Cuando la luz de la tarde, alumbra la débil fe, tan sólo queda el amor, para guardar la esperanza.