Amarga primavera










El nuevo verde...

antiguas y nuevas guerras,

nuevas las flores,

viejos los odios que atrás no quedan.

Ya estás aquí de nuevo,

tú... primavera,

aunque no pueda rezagar,

esa amargura que llena,

aún a pesar de tu luz,

la sombra que nos proyectan,

esos árboles andantes,

sobre la faz de la tierra.

Esos árboles que son,

humanos; y su cangrena,

como lo corroe todo,

bajo su sombra, siniestra.



Izara.

Comentarios

  1. Ni todos los árboles son gangrena ni la sombra que proyectan es siniestra. Convengamos en que son muchos los árboles que se complacen con la llegada de la primavera, que la admiran, la respetan, la cuidan incluso, porque es estación frágil y fugaz. Nada más grato que ver un bosque de encinas rodeado de jarales y en medio de ellos árboles humanos que se deleitan en su compañía.

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  2. Hola Izara:

    Por suerte no todo es malo. A veces en medio del bosque ocurren milagros. Cuando menos lo esperas encuentras árboles frondosos que dan cobijo a pájaros o alimento a bichos como yo; cuando sucede se siente la primavera en toda su grandeza.

    Seguro que en tus jaras, hay árboles así.

    Un abrazo fuerte, amigo.

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  3. es muy bello tu poema.Bello y triste.
    Pero estoy de acuerdo con tus lectores.
    En medio del bosque siempre hay árboles diferentes, que sueñan y reverdecen, para regalarnos, verdadera primavera.
    Un beso y lindo fin e semana.

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