A veces miro mi voz en los espejos;
y me hiere el sonido en su reflejo.
Porque a veces juzgo; y luego pienso.
Y me hieren las ideas, sin encuentro.
Y en la huida feroz y sus intentos,
de escapar de lo de fuera y lo de dentro,
la mirada busca el cielo;
y el silencio,
se hace voz en lo pequeño.
Iñaki.
...y lo pequeño será germen que nos lleve a una nueva cosecha.
ResponderEliminarpue sí Francisco, el germen siempre es pequeño.
EliminarTe estaba extrañando. Cómo me gusta tu poesía, Iñaki.
ResponderEliminarQué importante es la introspección.
Besos
hola Myriam, gracias por tu amabilidad.
EliminarLa introspección a veces es camino sin salida, si no lo compartimos.
Un abrazo.
Echaba de menos tus poemas, Iñaki, y me alegro de que vuelvas a compartir emociones con nosotros. ¡Qué bien me siento "al abrigo de las jaras" !
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias fany.
EliminarYa ves que tengo un poco abandonado el blog, pero me alegra que te sientas bien en él.
Un abrazo.
Iñaki no había leído este poema, donde haces ese reclamo a esa parte tan ligera y atrevida que poseemos, a esa voz que se deja llevar y suelta palabras como látigos que se vuelven hacia nosotros mismos y nos hieren, !Ay! ese juzgar tan humano que se escapa en lo más profundo del silencio...
ResponderEliminarMe ha encantado leerte.
Grata semana y sigue cuidándote .