la hermosa vibración de los animales, nos adelanta en el agradecimiento. Aunque me gustan poco estos días y me cuesta fingir felicidad entre tanto ruido, consumismo y atolondramiento. Aún a pesar de ello, casi siempre dejan huella; y en ella yo te deseo: Que recibas el abrazo de la paz que nace, cuando ofreces tu mano de amigo sincero. Que recibas la luz de cada nueva estrella, que brilla en los ojos, cuando miran tiernos. Que entre tanto ruido, halles el silencio, que crea canciones, cuando regalas tiempo. Que no te pesen nada, nada los recuerdos, que sean sonrisas cuando miras al cielo, que todo el amor que guardan por dentro, roce tu corazón, con un suave beso. iñaki.
Sencillo y hermoso, maravillosa descripción poética de la esperanza que trae consigo un nuevo día, dejando atrás ese ayer que nos paralizó.
ResponderEliminarGracias Iñaki por compartir trozos de su bella y sensible alma.
Gracias a ti, Harolina por esa generosa ternura, con que tratas mis palabras.
EliminarLa esperanza florece con cada amanecer, en la tierra abonada
ResponderEliminary receptiva, como en tus versos.
Un abrazo, Iñaqui.
Me gusta tanto ese final, te quedó redondo.
ResponderEliminarUn abrazo.