Leo tu poema. Lo vuelvo a leer. En esa segunda lectura se hace más lento y más intenso. Inspiro con fuerza y lo siento lleno de paz dentro de mí, sobre mi alma, como una caricia aterciopelada.
Inmensa luz la que desprenden algunas letras que se asoman al balcón del verano desde Navarra para recordarnos que las jaras son unas florecillas que salen tras los incendios ( no lo sabía, el otro día me lo contaron y me acordele ti :-) justo en el monteo en el que la tierra empieza a recuperarse otra vez para la vida.
¡¡Hooola solsticio navarro!! jaja que bien que has llenado de sol este blog ;))
Así es más fácil conseguir un espíritu en paz...
ResponderEliminarBellas letras para un bello atardecer.
Eskerrik asko!
Muxutxuak!
;)
Leo tu poema. Lo vuelvo a leer. En esa segunda lectura se hace más lento y más intenso. Inspiro con fuerza y lo siento lleno de paz dentro de mí, sobre mi alma, como una caricia aterciopelada.
ResponderEliminarAbrazote
Este es el camino que conduce hacia la paz interior. Feliz camino y muy feliz estancia.
ResponderEliminarBesos.
Pues precioso recibimiento al verano, me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Inmensa luz la que desprenden algunas letras que se asoman al balcón del verano desde Navarra para recordarnos que las jaras son unas florecillas que salen tras los incendios ( no lo sabía, el otro día me lo contaron y me acordele ti :-) justo en el monteo en el que la tierra empieza a recuperarse otra vez para la vida.
ResponderEliminar¡¡Hooola solsticio navarro!! jaja que bien que has llenado de sol este blog ;))
Muuuchos muchos besos IÑAKI.
Tus letras llenan de luz y calma ese bello atardecer.
ResponderEliminarHermoso, beso