al abrigo de las jaras

si yo pudiera gritar,  el grito de toda la rabia, que se alimenta en el hueco,  donde caen las palabras, cansinas palabras de hastío,  sin salir ya gastadas, que llevan sólo en su viaje,  el vacío de quien habla. palabras....  palabras de la gran rabia, si yo pudiera gritaros,  para alejar los fantasmas, que atan con sogas de miedo, los pasos de la esperanza. si yo pudiera gritaros...  tristes palabras sin alma, dejando que la conciencia, deje su voz en la calma. si yo pudiera grita suavemente, aunque sonéis endulzadas, palabras para el calor de hoy, y para la escarcha de mañana. si pudiera gritar sin sentir el vacío, que deja lo que no lanzas, si pudiera dejar que un solo grito, fuera el sonido donde nace la paz, porque fue la paz y no la rabia, ni el vacío, la cuna de la palabra que no se gasta, ni se esconde en la rabia y el olvido, cercana y amiga de tantas palabras,  que lo mismo quieren, lo mismo gritan; y lo mismo cantan. entonces también m...

si yo pudiera gritar,  el grito de toda la rabia, que se alimenta en el hueco,  donde caen las palabras, cansinas palabras de hastío,  sin salir ya gastadas, que llevan sólo en su viaje,  el vacío de quien habla. palabras....  palabras de la gran rabia, si yo pudiera gritaros,  para alejar los fantasmas, que atan con sogas de miedo, los pasos de la esperanza. si yo pudiera gritaros...  tristes palabras sin alma, dejando que la conciencia, deje su voz en la calma. si yo pudiera grita suavemente, aunque sonéis endulzadas, palabras para el calor de hoy, y para la escarcha de mañana. si pudiera gritar sin sentir el vacío, que deja lo que no lanzas, si pudiera dejar que un solo grito, fuera el sonido donde nace la paz, porque fue la paz y no la rabia, ni el vacío, la cuna de la palabra que no se gasta, ni se esconde en la rabia y el olvido, cercana y amiga de tantas palabras,  que lo mismo quieren, lo mismo gritan; y lo mismo cantan. entonces también m...

El ocre de las hojas, amortigua la alegria, que planea sobre el vacío, vacía;  sin encontrar sitio, donde agarrarse a la vida. -------------- El otoño tiene el poder, de la melancolía, que va desnudando almas; y entristeciendo pupilas, que no saben si mirar, hacia el río o la mar, o hacia la fuente que un día, los puso en la sed de volar, en unos sueños sin guía.                                                             Izara.

El ocre de las hojas, amortigua la alegria, que planea sobre el vacío, vacía;  sin encontrar sitio, donde agarrarse a la vida. -------------- El otoño tiene el poder, de la melancolía, que va desnudando almas; y entristeciendo pupilas, que no saben si mirar, hacia el río o la mar, o hacia la fuente que un día, los puso en la sed de volar, en unos sueños sin guía.                                                             Izara.

la perezosa canción del amor, se duerme muchos días en mis labios; sin haber alzado el vuelo, cantando, riendo, girando, alrededor de tu cuerpo; para encontrar a tu lado, las notas que abren la noche, y cierran todo lo hablado.                                                    artadi.

la perezosa canción del amor, se duerme muchos días en mis labios; sin haber alzado el vuelo, cantando, riendo, girando, alrededor de tu cuerpo; para encontrar a tu lado, las notas que abren la noche, y cierran todo lo hablado.                                                    artadi.

Y de repente un día, la vida te agarra fuerte; dolorida... por la falta de interés, con que medimos el tiempo, el tiempo que se hace brisa. Y nos tapamos por dentro; al abrigo de las risas, al abrigo de las voces, que no gritan;  sólo esperan... tu voz, mi voz, tus manos, las mías. Y entonces, cuando el tiempo, se mueve brusco y te gira, comprendes que no mirabas, los ojos de las orillas, que pueblan esos caminos, donde se pierde la prisa, porque el viajero de a píe, sólo espera que los días, los pintemos en el lienzo, donde la esperanza anida.                                             Izara.

Y de repente un día, la vida te agarra fuerte; dolorida... por la falta de interés, con que medimos el tiempo, el tiempo que se hace brisa. Y nos tapamos por dentro; al abrigo de las risas, al abrigo de las voces, que no gritan;  sólo esperan... tu voz, mi voz, tus manos, las mías. Y entonces, cuando el tiempo, se mueve brusco y te gira, comprendes que no mirabas, los ojos de las orillas, que pueblan esos caminos, donde se pierde la prisa, porque el viajero de a píe, sólo espera que los días, los pintemos en el lienzo, donde la esperanza anida.                                             Izara.

Aunque cueste oir entre todos, los ruidos, las angustias, los gritos en el aire, vengo a dejar mi voz, como se deja una preocupación, junto a la madre. Sin nada nuevo que decir, que mas da, la inacción me agota el alma, como me cansa el mirar, tantos ojos vacíos por las calles. La esperanza se va envolviendo en una nube, pesada, oscura, prolongadora de la tarde, quizás necesitamos ya la noche, para sentir de cerca la luz, que un nuevo día abre. El camino está oscuro, como nunca estuvo antes,, no hay guías que empuñen las linternas, sólo cansados y aturdidos caminantes. oscuros pájaros volando en las orillas, loando nuestra ignorancia actual; y la de antes. Y sin embargo... cansado, aturdido, despistado e ignorante, sin saber si las huellas del camino, viajan hacia atrás o hacia adelante, intento vislumbrar un rayo de luz, que sobre las nubes, en azul descampe; por eso me conforta sentir las letras, que aunque no nos rediman al instante, dejan rodeado el corazón, para evitar que la tris...

Aunque cueste oir entre todos, los ruidos, las angustias, los gritos en el aire, vengo a dejar mi voz, como se deja una preocupación, junto a la madre. Sin nada nuevo que decir, que mas da, la inacción me agota el alma, como me cansa el mirar, tantos ojos vacíos por las calles. La esperanza se va envolviendo en una nube, pesada, oscura, prolongadora de la tarde, quizás necesitamos ya la noche, para sentir de cerca la luz, que un nuevo día abre. El camino está oscuro, como nunca estuvo antes,, no hay guías que empuñen las linternas, sólo cansados y aturdidos caminantes. oscuros pájaros volando en las orillas, loando nuestra ignorancia actual; y la de antes. Y sin embargo... cansado, aturdido, despistado e ignorante, sin saber si las huellas del camino, viajan hacia atrás o hacia adelante, intento vislumbrar un rayo de luz, que sobre las nubes, en azul descampe; por eso me conforta sentir las letras, que aunque no nos rediman al instante, dejan rodeado el corazón, para evitar que la tris...

Una palabra, tan sólo una palabra, aunque quizás sean varias las palabras, que enlazan tu nombre con mis letras, huidizas, esquivas, solitarias; fragmentos de un alma que se expresa,  aturdida, cuando contempla la distancia, que separa tus vuelos.... de mis alas. Una palabra de amistad,  tan sólo una palabra, donde caben los sueños que no han roto, la desidia, el hastío, la vagancia, compañeros de un viaje sin retorno, hacia la nube donde habita la nostalgia. Una palabra... tan sólo una palabra... ¡gracias!                                                                       Iñaki.

Una palabra, tan sólo una palabra, aunque quizás sean varias las palabras, que enlazan tu nombre con mis letras, huidizas, esquivas, solitarias; fragmentos de un alma que se expresa,  aturdida, cuando contempla la distancia, que separa tus vuelos.... de mis alas. Una palabra de amistad,  tan sólo una palabra, donde caben los sueños que no han roto, la desidia, el hastío, la vagancia, compañeros de un viaje sin retorno, hacia la nube donde habita la nostalgia. Una palabra... tan sólo una palabra... ¡gracias!                                                                       Iñaki.

La historia de uno mismo, es la única verdad, donde quedan incrustadas, las batallas de los días, que fueron nuestro lugar, en esa chispa encendida, donde se guardó el instante, que ahora parece la vida. Instante que ha de quedar, enlazando estas orillas, donde la razón naufraga, si el amor no se hace mar azul infinito de guía.                                                        Izara.

La historia de uno mismo, es la única verdad, donde quedan incrustadas, las batallas de los días, que fueron nuestro lugar, en esa chispa encendida, donde se guardó el instante, que ahora parece la vida. Instante que ha de quedar, enlazando estas orillas, donde la razón naufraga, si el amor no se hace mar azul infinito de guía.                                                        Izara.

Hubo un tiempo...... donde había palabras que eran faros, encendidos en la noche del camino, que se pierde en la distancia solitario. Dulce tiempo de palabras.... rezagadas de la paz del ermitaño, que llena sus ojos en el cielo, y en la tierra la verdad, marca sus pasos. Torpes tiempos ahora... donde acaban juntas navegando, las palabras que viajan sin mentira, y las cómplices palabras del engaño. Pero al final de los sonidos.... esta tu voz con otras voces en lo llano, y esta mi oído y otros oídos esperando, que tantas voces sin voz, se hagan canto.                                                                    Izara.

Hubo un tiempo...... donde había palabras que eran faros, encendidos en la noche del camino, que se pierde en la distancia solitario. Dulce tiempo de palabras.... rezagadas de la paz del ermitaño, que llena sus ojos en el cielo, y en la tierra la verdad, marca sus pasos. Torpes tiempos ahora... donde acaban juntas navegando, las palabras que viajan sin mentira, y las cómplices palabras del engaño. Pero al final de los sonidos.... esta tu voz con otras voces en lo llano, y esta mi oído y otros oídos esperando, que tantas voces sin voz, se hagan canto.                                                                    Izara.

se ha perdido un poema, que traía, aquí, a mi lado, tenía palabras amargas, pero no las he encontrado, eran oscuras sus letras, pero aquí tan sólo hay claros. se me ha perdido un poema, .....entre tus labios.                                artadi.