No creyeron.




No creyeron...

en la tierra de la luz,

en los vientres parturientos

de un igual,

en las manos que ofrecen

ahora pan..

y luego paz,

en las estrellas que hicieron,

este mar.

No creyeron...

que una madre quiera igual,

y se vaciaron sus ojos

de la paz,

y no vieron

el color de la esperanza ,

y la mano suplicante,

imaginaron armada,

y atrincheraron su ego,

y la tierra de la luz

fueron pintando de negro.

No creyeron...

en el mar,

y encerraron en fronteras,

 la igualdad de los sueños,

y dieron la espalda al mar,

y no miraron al cielo.

No creyeron...

en la paz,

y acumularon dinero,

y dieron pan a sus hijos,

con armaduras de hierro.

Pero en sus ojos vacíos,

de paz, de mar y de cielo,

 no anida el pájaro de luz,

que aleja los cementerios.


                                                          Izara.


                                          

Comentarios

  1. Esa musiquita me hace feliz. Un fuerte abrazo.

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  2. Izara, hay mucho incrédulo que no da luz a esa esperanza colorida.

    Gran entrada.

    Un abrazo fraterno.

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  3. Y no creyeron en la luz de la tierra. En lo que solo se ve cuando uno cierra los ojos.

    Hermoso y hermosa música.

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  4. querido amigo echaba de menos tu sabiduría poética

    Y porque no creyeron nos hicieron más difícil la vida a los demás

    dos abrazos

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  5. Tantas cosas dejaron de creer, que no se dieron cuenta de que existe la luz y las estrellas. Felicidades por tu poema. Un abrazo

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  6. Hermoso poema Izara, impactante a la vez, y a veces yo diría que hasta duro, pero cierto y real como la vida misma... ¿hacia donde nos lleva esta sociedad nuestra?, de verdad que pienso que es dificil no desubicarse hoy día, dificil el coger rumbo y saber donde mirar, en qué creer y a donde dirigirse.

    Mil besotes gordotes

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  7. Cuanta verdad en tus palabras Izara, y que bien expuesto.
    Mil gracias por hacerlo, y mil besos que acompañan mi gratitud.

    Muakissssssssssssss

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  8. Maravillosa esa combinación de palabras en verso y de emociones en música. Y pensar que a Monricone solo le recordaba por las del oeste. Un placer leerte al amparo de "la misión".

    Saludos.

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