¿Por qué?
¿por qué? pareció que ayer,
era el día mejorado.
¿por qué? supuse que el sol,
la noche había cerrado.
¿ por qué? pensé que el camino,
que ya habíamos andado,
era escuela de la luz,
estrella que va guiando,
mis pasos, tus pasos,
mis manos, sus manos,
los ojos que han de atar,
un cordel a la esperanza,
que nos queda como humanos.
Izara.
Izara... esperanza que no se puede perder...
ResponderEliminaro estamos perdidos..
esa esperanza y confianza en la vida...
que es la que nos quita de verdad el miedo a que el sol no vuelva a salir para nosotros.
Un beso
Sí, estimado Izara, la esperanza bien atada o bien guardada en su la caja (la de Pandora), de la que consiguió no escapar. Sin ella, ¿quién caminaría?
ResponderEliminarY yo h caminado por las cumbres de la foto de arriba y me he perdido en esas bellísimas palabras que la acompañan. Son de una gran belleza y entran en el alma como agua fresca que sacia la sed.
Un abrazo agradecido.
Siempre queremos seguir atados a ese cordel, y cada pregunta nos hace ver la realidad que a veces parece derrotarnos, el cordel nos recuerda que seguimos unidos a una fuerza que nos refuerza para seguir.
ResponderEliminarEsa estrella seguirá su marcha junto a nosotros, no nos hará caer, estoy convencida de ello.
Preciosos versos que iluminan cuando rodea la oscuridad de la noche en el día.
Besos, Anouna
¡Hola Izara!
ResponderEliminarUnas letras, que son capaces de preguntar.
Aunque la respuesta, vendrá dada a su tiempo.
Saludos de J.M. Ojeda.