
Presentimos ya la noche, menos larga,
dejamos a la tarde, acariciarnos
y en el sol, del horizonte divisamos
esa noche,que se viene como amarga
compañera de los sueños claudicados,
aquellos que el invierno y su negrura,
no puduieron borrar, de la amargura,
de saber que los dias regalados,
en que estuvo con nosotros la ternura,
de tus manos amorosas,
no volveran,
y tendremos que buscar, entre las rosas,
de la nueva primavera,
la fragancia del amor que nos dejaste,
desde el momento que nos diste a la vida,
y guiados por la luz del nuevo dia,
sobre el camino que tu nos enseñaste,
seguiremos al amor, que fue la guia
que no es otro amor, que el de la madre.
A mi me ocurre, que cuando alguien es capaz de tocarme las fibras con sus letras, le pongo voz a lo que leo. Es algo que no premedito, simplemente pasa. Y es muy curioso.
ResponderEliminarA ti te la puse la otra noche que yo estaba insomne y tu halabas de tu padre y de sus montes. Una voz que seguro no se parece a la auténtica, pero es la tuya y con este poema, la he vuelto a oir.
Inmenso poema, por cierto. Y las fotos una maravilla.
Nos vemos por los bosques, Izara.
Un saludo
Y no podrías haber elegido mejor melodía para acompañar estas bellas palabras, adivino destinadas a tu madre...
ResponderEliminarEmocionas.
Un beso.
Hola Izara,
ResponderEliminarNo sabes lo que me ha emocionado poder llegar hasta ti y conocerte. He estado buceando por esta web y me ha encantado.
El diseño sencillo, pulcro y abierto me parece un inmenso acierto. Las fotos que escoges son de gran belleza, me hacen soñar con las escapadas que tanto deseo y me llevan a pensar en la Seu D'Urgell, El Pirineo...
Te felicito por tus composiciones. Son sencillas, hasta se desprende una gran humildad...Tienen algo que las hace grandes y conectan con el interlocutor de inmediato.
A mí me queda mucho trayecto para llegar a tu nivel. Intentaré aprender de ti.
Muchas Felicidades por tu gran familia, entorno y ser como eres.
Nos vemos pronto.
Un abrazote cariñoso.
Es que, el amor de una madre es... el único que nunca pide correspondencia. Ella es la que nos ama como somos, sin disimulos, y, su ausencia, nos deja mucho más que huérfanos. Nos deja solos.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Preciosas fotos, y mejores letras.
ResponderEliminarTienes un encantador blog.
Saludos
Y vaya que tienes razòn...
ResponderEliminarun abrazo