la hermosa vibración de los animales, nos adelanta en el agradecimiento. Aunque me gustan poco estos días y me cuesta fingir felicidad entre tanto ruido, consumismo y atolondramiento. Aún a pesar de ello, casi siempre dejan huella; y en ella yo te deseo: Que recibas el abrazo de la paz que nace, cuando ofreces tu mano de amigo sincero. Que recibas la luz de cada nueva estrella, que brilla en los ojos, cuando miran tiernos. Que entre tanto ruido, halles el silencio, que crea canciones, cuando regalas tiempo. Que no te pesen nada, nada los recuerdos, que sean sonrisas cuando miras al cielo, que todo el amor que guardan por dentro, roce tu corazón, con un suave beso. iñaki.
Ya sabes que, Quilapayun eran de los mios?... uy, uy, uy, creo que me estas leyendo los pensamientos, últimamente ;)
ResponderEliminarPor cierto, ¿tú vives cerca de Fitero?... si es así, hace dos años me invitaron, a excavar cerca del Balneario, en un promontorio, un profesor de la Universidad de Zaragoza... El mundo, continua siendo un pañuelo.
Un abrazo, Izara.